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Noches Blancas

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Description

En la segunda parte, el protagonista y la joven pasan una noche juntos, compartiendo sus sueños y esperanzas. Esta parte de la novela está marcada por un tono más romántico y poético, en el que los personajes se entregan a la fantasía y la ilusión. Dostoevsky utiliza recursos literarios como la metáfora y la descripción detallada para crear una atmósfera mágica y evocadora. Simplemente deliciosa, Noches Blancas es un pequeño relato que, de la mano del célebre autor de Crimen y Castigo o Los Hermanos Karamazov, retrata las profundas implicaciones emocionales que se pueden dar entre dos personas desconocidas. On their second meeting, Nastenka seeks to find out more about him. He tells her that he has no history because he has spent his life utterly alone. When she presses him to continue, he suggests that he is of the type of the "dreamer". "'The dreamer'", he explains, "is not a human being, but a creature of an intermediate sort." He gives a long speech (in a style that anticipates that of the Underground Man in Notes from Underground), about his longing for companionship, leading Nastenka to comment "...you talk as if you were reading from a book". He begins to tell his story in the third person, calling himself "the hero". This "hero" is happy at the hour when all work ends and people walk about. He references Vasily Zhukovsky and mentions "The Goddess of Fancy". He dreams of everything, from befriending poets to having a place in the winter with a girl by his side. He says that the dreariness of everyday life kills people, while in his dreams he can make his life as he wishes it to be. At the end of his moving speech, Nastenka sympathetically assures him that she will be his friend. Además, la naturaleza desempeña un papel importante en Noches blancas, otro aspecto característico del romanticismo. La descripción detallada de los paisajes y la conexión emocional que el protagonista establece con la naturaleza reflejan la visión romántica de la naturaleza como un refugio para el alma y una fuente de inspiración.

Las noches blancas, una de las obras más emblemáticas del reconocido autor ruso Fyodor Dostoevsky, nos sumerge en un mundo de emociones y reflexiones a través de su simbolismo único. En esta novela, Dostoevsky utiliza las noches blancas como metáfora de la esperanza, la soledad y la búsqueda del amor verdadero. Durante sus paseos por las calles examina a esas caras desconocidas e intenta extraer sus emociones: si están contentos, cansados, etc... Sin embargo, esta constante visión de caras nuevas le hacía sentir solo.Tras largo tiempo en Tver, recibió autorización para regresar a San Petersburgo, donde no encontró a ninguno de sus antiguos amigos, ni eco alguno de su fama. La publicación de Recuerdos de la casa de los muertos (1861) le devolvió la celebridad. Para la redacción de su siguiente obra, Memorias del subsuelo (1864), también se inspiró en su experiencia siberiana. Soportó la muerte de su mujer y de su hermano como una fatalidad ineludible. En 1866 publicó El jugador, y la primera obra de la serie de grandes novelas que lo consagraron definitivamente como uno de los mayores genios de su época, Crimen y castigo. El protagonista, en su encuentro con la joven, experimenta una mezcla de emociones que van desde la euforia hasta la desesperación. Las noches blancas se convierten en el catalizador de sus anhelos y sueños, pero también en el reflejo de su soledad y su incapacidad para conectarse con los demás. Era una noche maravillosa, una noche de esas que puede que solo se den cuando somos jóvenes, querido lector. El cielo estaba tan estrellado, estaba tan claro que, al mirarlo, involuntariamente uno tenía que preguntarse: ¿Será posible que bajo este cielo pueda vivir gente con todo tipo de caprichos y enfados? Esta es también una pregunta de jóvenes, querido lector, de muy jóvenes aunque, ¡ojalá el Señor la enviara más a vuestra alma! Hablando de señores caprichosos y con todo tipo de enfados, no puedo por menos que recordar mi comportamiento ejemplar de ese día. Ya por la mañana temprano me había empezado a atormentar una extraña congoja. De repente, me pareció que todos me abandonaban, a mí, que soy un solitario, y que todos me daban la espalda. Aquí, claro, cualquiera tendría derecho a preguntar: ¿Quiénes son todos? Porque llevo ocho años viviendo en San Petersburgo y no he sabido entablar ni una sola amistad. Pero ¿para qué quiero yo esa amistad? Aun sin ella, me conozco todo Petersburgo. Y por eso me pareció que todos me abandonaban cuando la ciudad entera se ponía en pie para, acto seguido, irse a la dacha. Me dio miedo quedarme solo, y tres días enteros anduve vagando apesadumbrado por la ciudad sin lograr entender qué me ocurría. Ya fuera a Nevski, ya fuera a un jardín, o incluso si paseaba por la orilla, no había ni una sola persona de las que acostumbraba a ver el resto del año en esos mismos lugares a una hora determinada. Por supuesto, ellos a mí no me conocen, pero yo a ellos sí. Y, además, bien: casi me he aprendido su fisonomía, me deleito cuando están alegres y me aflijo cuando su ánimo se nubla. Casi he trabado amistad con un viejecito al que me encuentro en Fontanka todos los días a la misma hora. Su fisonomía es tan majestuosa, tan soñadora… Siempre va murmurando y moviendo la mano izquierda, en la derecha lleva un bastón largo y nudoso de puño dorado. Él ha reparado en mí y muestra sincero interés. Si se diera el caso de que yo no estuviera a la hora acostumbrada en Fontanka, estoy seguro de que sentiría añoranza. Y es que a veces nos falta poco para saludarnos, sobre todo cuando los dos estamos de buen humor. Hace poco, después de dos días sin habernos visto, al encontrarnos el tercero ya íbamos a llevarnos la mano al sombrero, pero afortunadamente recapacitamos a tiempo, bajamos la mano y, con simpatía, pasamos el uno junto al otro. También las casas me son conocidas. Cuando camino, todas parecen correr por la calle delante de mí, todas sus ventanas me miran y casi me hablan: «Muy buenas, ¿qué tal está? Yo bien, gracias a Dios, pero en el mes de mayo me añadirán un piso». O: «¿Qué tal está? Resulta que mañana vienen a hacerme unos arreglos». O: «Por poco no salgo ardiendo, me asusté». Entre ellas tengo favoritas, amigas íntimas; una tiene intención de que este verano le trate un arquitecto. Pasaré a propósito todos los días para que no la curen de cualquier forma, ¡protégela, Señor! Y nunca olvidaré la historia de una casita muy linda, color rosa claro. Era una casa de piedra muy bonita, me miraba tan afablemente, miraba a sus torpes vecinas con tanto orgullo que mi corazón se alegraba cuando tenía ocasión de pasar junto a ella. Y, de repente, la semana pasada voy paseando por la calle y fue mirar a mi amiga y oír un grito lastimero: «¡Van a pintarme de amarillo!». ¡Canallas! ¡Bárbaros! No se apiadaron de nada, ni de las columnas ni de las cornisas, y mi amiga amarilleció como un canario. Por poco no se me altera la bilis por este incidente y hasta hoy no he sido capaz de visitar mi desfigurada casita, a la que cubrieron con el color del Imperio del dragón. Dos días después, el prometido de Nástenka no ha aparecido, y finalmente ambos se revelan su amor, al decir Nástenka que ha perdido el amor por él. Hacen planes de boda, y ella le ofrece el alquiler de la habitación de arriba. Cuando se van a despedir, aparece el prometido, vuelve un segundo con el narrador, le besa en los labios, pero marcha con el otro señor. The narrator describes his experience walking in the streets of St. Petersburg. He loves the city at night, and feels comfortable in it. Because all the people he is used to seeing are not there, he no longer feels comfortable during the day. He drew his emotions from them: if they were happy, he was happy; if they were despondent, he was despondent. New faces made him feel alone. As he walked, the houses would talk to him and tell him how they were being renovated or painted a new color or torn down.

Maravillosa y emotiva novela corta. Con una prosa exquisita, Dostoievski nos habla sobre la soledad y el amor. Además, el final no es el típico de las historias de amor, sino coherente con todo lo narrado. Por último, pero no menos importante, el desarrollo de los personajes, aún teniendo en cuenta la corta duración de la obra, es ejemplar. En «Noches blancas», Dostoevsky nos sumerge en un mundo de contradicciones y emociones encontradas. A través de su análisis exhaustivo de los temas del amor y la soledad, el autor nos invita a reflexionar sobre nuestra propia existencia y las complejidades de las relaciones humanas. Una obra maestra que nos desafía a explorar los secretos ocultos de nuestro propio corazón. La influencia de la literatura romántica en Noches blancas El paisaje desempeña un papel fundamental en la novela «Noches blancas» de Fyodor Dostoevsky, ya que no solo sirve como telón de fondo para la historia, sino que también refleja y amplifica las emociones y los estados de ánimo de los personajes principales. A través de estas mujeres, Dostoevsky explora temas como el amor, la soledad y la búsqueda de la felicidad. Sus personajes femeninos son complejos y multifacéticos, alejándose de los estereotipos tradicionales de la época. Son seres humanos con deseos, sueños y conflictos internos, capaces de influir y transformar la vida de los hombres que las rodean.

San Petersburgo, su luz, sus casas y sus avenidas son el escenario de esta apasionada novela. En una de esas «noches blancas» que se dan en la ciudad rusa durante la época del solsticio de verano, un joven solitario e introvertido narra cómo conoce de forma accidental a una muchacha a la orilla del canal. Tras el primer encuentro, la pareja de desconocidos se citará las tres noches siguientes, noches en las que ella, de nombre Nástenka, relatará su triste historia y en las que harán acto de presencia, de forma sutil y envolvente, las grandes pasiones que mueven al ser humano: el amor, la ilusión, la esperanza, el desamor, el desengaño. Libro Impreso Kindle Primera noche The final section is a brief afterword about a letter he receives from Nastenka, in which she apologizes for hurting him and insists that she will always be thankful for his companionship. She says that she will be married within a week and hopes that he will come. While reading the letter, the narrator breaks into tears. Matryona, his maid, interrupts his thoughts by telling him she has finished cleaning the cobwebs. The narrator notes that though he had never considered Matryona to be old, she looked far older than she ever had, and wonders if his own future is to be without companionship and love. He refuses to despair: Noches blancas» es una de las obras más emblemáticas del reconocido escritor ruso Fyodor Dostoevsky. En este análisis literario exhaustivo, nos adentraremos en los secretos ocultos de esta obra maestra, descubriendo sus temas centrales, la complejidad de sus personajes y la profundidad de su mensaje. A través de un minucioso examen de la trama, el estilo narrativo y los recursos literarios utilizados por Dostoevsky, desentrañaremos los misterios que envuelven a esta historia de amor y soledad. Prepárate para sumergirte en las páginas de «Noches blancas» y descubrir por qué esta novela ha dejado una huella imborrable en la literatura universal. Contexto histórico y biográfico de Fyodor Dostoevsky



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